Primero hay que entender que  el estado de ánimo depresivo es una parte común y universal de la experiencia humana y por tanto los niños y adolescentes pueden tener sentimientos de infelicidad, tristeza o irritabilidad de los cuales se recuperan con facilidad.

En cambio la depresión mayor es un trastorno del humor en el que aparecen una serie de síntomas entre los que predominan los de tipo afectivo (tristeza, desesperanza, apatía, irritabilidad), acompañados a veces de síntomas de tipo cognitivo, físicos.

En general la depresión infantil tiene un modo de presentación más polimorfo  que en los adultos, lo que dificulta su identificación. Además las características de la depresión varían en relación con la edad y el nivel de desarrollo del niño. Por ejemplo en niños más pequeños el síntoma más frecuente es la ansiedad, fobias escolares, encopresis, enuresis, temores.. En cambio, en la adolescencia es más frecuente la aparición de irritabilidad, conductas antisociales.