La médico psiquiatra, Lorena de Simón, miembro del equipo del Centro de Salud Mental de Burlada gestionado por la Fundación Argibide defiende la normalización de los trastornos mentales, apostando por la integración laboral de las personas que los padecen, para facilitar una convivencia social con «pluralidad y respeto». De Simón, encargada de inaugurar el III curso «Capacitarse para entender la discapacidad», organizado por el Banco de Tiempo Solidario de la Universidad de Navarra, Tantaka, apuesta por «transmitir un mensaje de normalización y capacidad, mostrar que son personas tan útiles y capaces como cualquiera». La especialista, quien pronunció una conferencia titulada «El estigma asociado a la enfermedad mental», afirma que «la mejor manera de que la sociedad conozca y pierda el miedo a los trastornos mentales es dando voz a las personas que los padecen, haciendo que puedan hacer partícipes a los demás de su experiencia».

«Con el apoyo de las instituciones, la sensibilización social y la formación de la gente joven que va a liderar la sociedad de mañana, estamos dando un paso importante para facilitar que convivamos con pluralidad y con respeto», señala De Simón, que ha considerado fundamental un diagnóstico precoz de la enfermedad. «Cuanto antes se diagnostique el trastorno mental, menos consecuencias va a tener», reinvida antes de apuntar que de no ser así, la persona «irá acumulando problemas del no diagnóstico, y no tanto del trastorno mental en sí».

De Simón lamenta que «se tarda mucho en diagnosticar este tipo de trastornos porque la gente no reconoce los síntomas y no los puede identificar», pero también «por miedo a que la sociedad cuelgue la etiqueta de loco». «Se tarda tanto en diagnosticar por miedo a las etiquetas que lo que a los 18 años se podría tratar, a los 30 es una historia de fracaso personal derivada de las consecuencias del trastorno que podía haberse evitado», advierte. Además, indica que el trastorno mental está muy presente en la sociedad, ya que una de cada 4 personas va a tener algún tipo de problema mental a lo largo de su vida, el 25 % de la población. «Es un sector de la sociedad que tiene muy difícil tanto el acceso a la vivienda como al mundo laboral, por miedo a que se les etiquete y que se les asocie con los estereotipos más extendidos, como personas peligrosas, potenciales agresores o personas imprevisibles», ha lamentado. Esto, comenta, «hace que la persona tenga que vivir su condición muchas veces oculta y que se enfrente con muchas situaciones del día a día en el que son despreciados».

«Si no puedes acceder al mundo laboral, tu camino hacia la autonomía está coartado», advierte Lorena De Simón, que añade que «falta normalizarlo y que la gente pueda decirlo porque no se va a sentir amenazada». Además, asegura que la recuperación y «tener una vida feliz, adaptada, poder trabajar y desempeñar roles» es posible. «Una persona puede recuperarse, no es una cosa crónica o incurable que va a producir deterioros toda tu vida», señala. Por otro lado, apunta que los estigmas se reflejan en «una pérdida importante de poder de las personas que padecen los trastornos mentales», y considera fundamental la colaboración a nivel institucional, ya que «las medidas que más funcionan son los cambios estructurales». «La legislación y las instituciones son los cambios que más peso acaban teniendo, ya que la sociedad lo va a aceptar mucho mejor y lo va a integrar más rápidamente», indica, tras considerar que actualmente «hay mucha colaboración a nivel institucional». «Tiene que confluir que socialmente sea mejor aceptado, y que a nivel de legislación se favorezca», reivindica la psiquiatra, que solicita «que la Salud Mental no sea la hermana pobre de la Medicina, y que los afectados se empoderen y cojan voz».

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Imagen: Diario de Navarra