Artículo de Javier Tirapu, Psicólogo Clínico y Director Científico de Fundación Argibide en el blog de la Asociación Navarra de Esclerosis Múltiple (ADEMNA)

La esclerosis múltiple (MS), como ya es bien conocido por todos, es una enfermedad desmielinizante común que afecta al sistema nervioso central. Aunque sus síntomas neurológicos típicos y que incluyen, entre otros, problemas visuales, diplopía (visón doble), nistagmos (movimiento involuntario de los ojos) , disartria (dificultad para articular palabras), debilidad general, parestesias, problemas de vejiga y afectación del estado de ánimo son ya bien conocidos; sin embargo, en los últimos 15 años ha cobrado mucho interés el estudio sobre los déficit neuropsicológicos asociados o relacionados con la EM.

La comunidad científica y los profesionales que atienden a estos pacientes (sobretodo neurólogos) esperan estudios concluyentes sobre los déficit neuropsicológicos en la EM para el desarrollo de enfoques terapéuticos, ya sean farmacológicos o no farmacológicos. A pesar de muchos esfuerzos para la integración, el conocimiento en torno a los déficit neuropsicológicos de la EM sigue siendo más bien fragmentada y controvertida. La primera revisión sistemática sobre este tema, por lo que yo sé, fue publicado en 1986. Entonces se señalaba que en estos pacientes se encontraba predominantemente una afectación de la memoria y se informó que la EM afectaba al registro y codificación (adquirir nuevos aprendizajes) y en la recuperación de información, sin embargo, el déficit específico de la enfermedad aún no ha sido encontrado. Recordemos que para memorizar algo debemos registrarlo, codificarlo, consolidarlo y recuperarlo.

Ver artículo completo