Problemas Cognitivos asociados a la Esclerosis Múltiple: Funciones Ejecutivas (I). Artículo Javier Tirapu en el blog de ADEMNA

Artículo publicado en la web de ADEMNA (Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra)

Javier Tirapu, es Psicólogo Clínico y Director Científico de Fundación Argibide.

En las dos anteriores entradas sobre déficits cognitivos asociados a la EM nos centramos en los problemas de memoria. Pero si revisamos la literatura sobre estos déficits asociados a la EM en lo que existe una evidencia más relevante es en la afectación de las denominadas funciones ejecutivas. Este nombre tan pedante básicamente hace referencia los procesos cognitivos (o si se quiere cerebrales) implicados en la resolución de situaciones novedosas. En esta primera parte voy a intentar explicar este concepto porque a veces resulta complejo hasta para los propios profesionales que nos dedicamos a la neuropsicología. Cuando Goldberg se refiere al factor “I” lo relaciona con el concepto de inteligencia ejecutiva por lo que podemos aventurar que una persona inteligente será aquella que posea buenas funciones ejecutivas.

La eclosión de las ciencias del cerebro ha generado un creciente interés por comprender los procesos mentales más complejos, así como los sustratos cerebrales de dichos procesos. Las funciones ejecutivas se han definido en neuropsicología como los procesos que asocian ideas, movimientos y acciones simples y los orientan a la resolución de problemas complejos (¿no les parece una buena definición de inteligencia?). La primera autora que acuñó este término fue Muriel Lezak y definió las funciones ejecutivas como las capacidades mentales esenciales para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y aceptada socialmente (¿no les parece otra buena definición de inteligencia?). Catherine Mateer refiere a su vez los siguientes componentes de la función ejecutiva: prestar atención, reconocer el objetivo, formular una intención, elaborar un plan, ejecutar el plan y valorar el logro. En la orilla de este caudaloso río ya se encuentraba Rylander que en 1939 ya afirmó que “las personas con daño cerebral frontal se distraen fácilmente, no son capaces de captar la globalidad de una realidad compleja…los sujetos son capaces de resolver situaciones rutinarias pero incapaces de resolver tareas novedosas”.

Este planteamiento nos sumerge en una nueva cuestión. Cuando hablamos de funciones ejecutivas no deberíamos centrar nuestras reflexiones en el plano de la definición del término. Si intentamos describir cómo opera el cerebro para que llevemos a cabo un “acto mental inteligente” o una conducta inteligente lograremos acercarnos más a la comprensión de este concepto. Una pregunta como ¿qué es la inteligencia? puede ser sustituida por ¿cómo operan las funciones ejecutivas?

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