Javier Tirapu, Psicólogo Clínico y Director Científico de Fundación Argibide participa junto a otros autores en un artículo invitado en el monográfico de la prestigiosa Revista de Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias cuyo director es el reconocido Doctor en Neuropsicología Alfredo Ardila. Esta es la revista de mayor impacto en el ámbito de la Neuropsicología en la comunidad hispanoparlante. En este artículo, los autores revisan los principales modelos sobre las llamadas funciones ejecutivas para obtener modelos más precisos e individualizados para la rehabilitación de las funciones ejecutivas en pacientes con daño cerebra

Daño cerebral adquirido y funciones ejecutivas

El daño cerebral adquirido (DCA) es un daño repentino en el cerebro por causas externas (por ejemplo un traumatismo craneoencefálico o TCE) o internas (por ejemplo un ictus). Las lesiones cerebrales son relativamente frecuentes. Se estima que en España, casi 4 de cada 1.000 personas sufren algún tipo de daño cerebral adquirido a lo largo de su vida. Las funciones ejecutivas, tal y como se definen desde la neuropsicología, son los procesos que asocian ideas, movimientos y acciones y los orientan a la resolución de problemas. Son esas capacidades mentales básicas para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada. A través de estas funciones regulamos nuestra conducta.

Las funciones ejecutivas

– Velocidad de procesamiento. Más que una función ejecutiva es una propiedad del sistema que nos otorga una velocidad con la que procesamos la información que nos llega.

– Memoria de trabajo. Capacidad de registrar, codificar, mantener y manipular la información mentalmente.

– Acceso a los contenidos de la memoria. Capacidad que permite encontrar la información que buscamos en nuestra memoria.

– Inhibición.Capacidad para controlar interferencias y distractores, así como tomar conciencia y frenar comportamientos automáticos.

– Ejecución dual. Capacidad para realizar dos tareas a la vez.

– Flexibilidad cognitiva. Capacidad para detectar la ineficacia de una conducta en un momento dado y la consecuente habilidad para sustituirla por otra más ajustada a lo que se requiere. Además es la capacidad de generar diferentes soluciones para un mismo problema.

– Planificación. Capacidad para plantear un objetivo, realizar un ensayo mental, aplicar la estrategia elegida y valorar el logro o no logro del objetivo pretendido.

– Multitareas.  Capacidad de priorización, organización y ejecución de varias subtareas durante un tiempo definido.

– Toma de decisiones. Capacidad para llevar a cabo la selección de un curso de acción entre varias alternativas posibles.

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